Desayuno en Bogarín

Hace mucho tiempo atrás escribí sobre una de las películas que más me gustan, comedia romántica y con el mensaje positivo de por medio, claramente no es una obra del séptimo arte, pero pucha que son lindas las películas que aparte de hacerle a una pasar un rato agradable le hacen mantener la fe en cosas simples y bellas. Bueno, estoy hablando de Jamás Besada. Pero aquella vez dije que dejaría las otras para después...

Cuando tenía 11 años ví por primera vez La Sociedad de los Poetas Muertos y la rayé, de hecho fue mi película favorita por largos años, creo que hasta hace unos 3 años, más o menos, siguiendo la línea de tiempo imaginaria de mi vida, la razón de la devoción que profesaba por la historia de Keating y sus alumnos, era por sobre la del idealismo, el no traicionarse a uno mismo, cosa que es bastante complicada cuando se está en plena adolescencia, porque uno ni siquiera tiene claro para donde va la micro. Hasta el día de hoy me emociona hasta las lágrimas la última escena, en verdad me emociona toda la película, pero bueno.

Luego, hace más o menos 3 años, ví El cielo sobre Berlín que es realmente la traducción de Las Alas del Deseo y ahí la rayé de nuevo, aunque extrañamente ni siquiera la he visto entera, me ha sido súper díficil conseguirla (pasando el dato, si alguien puede tenerla POR FAVOR ayúdenme a conseguirla).

Pero este mi amigo Sebastián me presentó Desayuno en Tiffany's y ahora la estoy rayando con la película y con Audrey Hepburn. Es una película vieja, de 1961, pero es demasiado entretenida y actual, más que actual es un tanto atemporal. La madre de las comedias románticas, si a usted señora, señorita o caballero que está leyendo esto ha visto las desabridas películas de Meg Ryan y Tom Hanks, si como yo gusta de las de Drew Barrymore o de cualquier película de parejas con turbulentas historias de amor, NECESITA ver Desayuno en Tiffany's. Que hay que decir está basada en una novela de Truman Capote, tan en boga ahora último.

Pero lo interesante de la película es que me ha hecho ver varias cosas. 1. que ya he superado la problemática que me presentaba La Sociedad de Los Poetas Muertos, sin olvidar el proceso de cómo eso ha ocurrido, 2. que aunque no lo quiera, ahora me llega más la historia de una chica, que podría ser amiga mía, y que aún sigue tratando de no traicionars a sí misma, a pesar de que ya tiene las cosas claras. A fin de cuentas es la misma cuestión. 3. que sea el lugar que sea todos tenemos un espacio en el que la felicidad nos vuelve de inmediato o nos podamos sentir "protegidos", especialmente seres humanos con personalidad nómade.

De hecho de esta idea viene el título de la novela y de la película. Holly, la chica que ven en las fotos tiene la costumbre de desayunar en la joyería Tiffany's, lugar donde dice "nada malo te puede ocurrir", hay que ver la película pa cachar bien por qué dice eso, pero lo importante es que a partir de eso encontre mi propio Tiffany's. Un lugar que me hace feliz desde pequeña y que me encantaría que todo el mundo conociera, está en Valparaíso y se llama Bogarín.

En la entrada "Valparaíso mi amor" hay una referencia a este lugar. Venden batidos de frutas y sandwiches de miga. Todo huele tan rico, es todo tan fresco, la gente es tan amable, que cada vez que voy a Valpo es obligado el paso por ahí.

Nada malo puede pasar en Bogarín, y el tiempo se detiene. Un lugar donde me puedo sentir como en casa... entre leches de frutilla y panes con ave- palta.

Dedicado: al Seba por mostrarme la película.

Dedicado II: por partida doble al Héctor, una por hacer una copia mía para siempre y por ser la última persona con la que fuí a Bogarín.