Tuesday, September 26, 2006
El placer de lo nuevo
Acá les presento lo que motiva que escriba en esta oportunidad. El nuevo objeto de mi afecto. Mi bufanda nueva. Como les voy a contar próximamente este "18" lo fui a pasar al bosque, allá lejos, por Pumalín. Sin embargo, a mi regreso pasé por Puerto Montt, y si bien ya venía con las últimas chauchas después de haber pagado mil pasajes en bus y barco y haberme zampado otros mil kuchenes, opté por darme este pequeño lujo fashion. Un mimo personal, un regalo. Mi preciosa bufanda fucsia con verde esmeralda, ultra abrigada, ultra colorida, ultra sureña y ultra confortable. Cuando llegué no tenía razón de ser la boa peluda en mi cuello (porque demás está decir que no me la saqué en las 10 horas del viaje de regreso a Santiago), y de hecho Lolín me lo hizo notar de inmediato cuando bajo el tremendo sol nos empezabámos a achicharrar por retirar mi mochila. Aunque con o sin bufanda creo que me hubiera sofocado igual con el calor capitalino que sentí.
En fin, la cosa es que ayer me puse la bufanda, no hacía mucho frío, pero estaba nublado y eso ya bastaba, en mi mente la sensación térmica era casi digna de julio. La cosa era usar la bufanda, no me combinaba y en verdad nuevamente me empezó a sofocar, pero filo, es mi bufanda nueva y eso es lo que importa. Fue ahí también cuando me detuve en lo bakán que es tener cosas nuevas, da lo mismo si es un pinche, un cordón, un lápiz, un paraguas, o lo que sea, lo importante es que es nuevo. Parece que este fenómeno es mucho más impactante en las niñas, porque a una le gusta tener algo nuevo en el guardarropa, como que una dice: "ah! tengo mi polera nueva, que me hace ver ultra bien". Y claro, es un poco como el dicho toda escoba nueva barre bien, la ropa cuando una se la compra es la más linda, la que te queda mejor y ahí empieza a jugar el factor psicológico y eres la más fabulosa que pisa la tierra. Aunque también es sabido que estás cosas van sujetas al tiempo que transcurra para la antigua prenda nueva o cuando nos vienen los ataques hormonales y absolutamente todo nos hace ver como vacas tailandesas. En fin, la cuestión es que el hecho de usar algo que ahora empieza a ser tuyo es gratificante, te puede levantar el ánimo y poner contenta. Así mismo como cualquier cosa que vayas a usar por primera vez. Encuentro demasiado agradable tener los lápices nuevos y que tengan tapa, que la gomas no estén deformes, no tener que dar vuelta el shampoo para que salga más fácil, tener cuadernos nuevos que huelen todavía a papel, libros que huelen a tinta, tener chasquillas nuevas y un sin fin de cosas que nadie nota pero que cambian nuestro mundo interior. De seguro nadie notó hoy que mi bufanda era nueva, pero yo la miraba en cada escápate.
Pero! hay algo mejor que tener cosas nuevas y es que esas cosas nuevas sean regaladas..... así que la ecuación es:
Cosa nueva + cosa linda + cosa regalada = Josita feliz
Así que estimado lector ya sabe, si me ve con algo que no me haya visto antes, no dude en hacerlo notar, porque me hará feliz. Y es más, si llega usted con algo entre sus manos que no me haya visto antes y que cree me gustará, me hará mucho más feliz.
Dedicado a las tejedoras de Angelmó que hicieron mi linda bufanda y a todas las tiendas que venden chucherías que son brillantes y de colores. Amén.
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4 comments:
dos en uno...
pucha que es lindo valpo, claro que no conozco como la jóse, pero tengo y me sé muy buenas historias de las calles porteñas... lo he pasado estupendo por allá... y con el gordo siempre es mas fantastica la cosa
ahoa respecto a lo nuevo... no se si será el sistema capitalista apropiado en su máxima expresión, pero puta que es rico tener algo nuevo... el otro dia mi mamá me compró en la feria un sostén chino lindo y NUEVO que le costo $500 , bueno la cuestion me quedaba pesima , pero era lindo y nuevo asi que me lo puse igual y fui feliz un dia, me veia incluso con harta pechuga e incluso pinché... ahora lo boté, fue nuevo y duró eso..
esa es mi historia, me cuesta lo nuevo porque cae en lo desechable
me cuesta pero me gusta
Mmmm sé cuanto te gusta que te regalen cosas, pero también sé cuanto te gusta que te regalen cosas lindas de color... hace mucho tiempo que no veo tu cara feliz cuando te regalan cositas, como pinches, colets y tooo eso jiji...
Josita te extrañoo, al final nunca vinieron pa mi cumple buuu.
saludos y te quiero muchoooo
sip, es lindo, consumista, pero es lindo, y estoy d acuerdo, ahora lindo, nuevo y regalado ya es maravilloso...
hoy la caty fue a macul y nos juntamos! estuvimos en el pasto pelando y cagandonos d la risa con marcelo...
y a ti cuando t veo?
beso!
p.d: nopos, jamas llegue a la fonda, es q tenia a dos compañeritas d cumple ese dia, pero deberia haber tarde nomas, en fin... besos jo!
Hola Jóse...me encontré hoy con tu comentario en mi cagada de blog y fue un gusto leerlo...
Hace poco le conté al Héctor que me había infiltrado en su blog y de paso, de "voyerista" que soy, me metí en el tuyo, así cara de palo...pero esto fue hace raaato, miraba tu blog y no cambiaba , así que deje de visitarlo :(...ahora lo leo y esta muchísimo más fértil que el mio, estoy pasando por un severo cuadro de "agrafía"...pero en fin, ya retomaré mi ritmo...
La cosa es que comparto absolutamente la importancia que le asignas a tu hermosa bufanda...creo que casi todas las cosas que tengo, que me he comprado ultimamente, llegan a mi vida así...en estos días, alucino con lápices y libretas, en las cuales pienso escribir copiosamente...lo curioso, es que las cosas que nos otorgan esa sensación que tu nombras, no son precisamente cosas caras... en mi caso, todo lo contrario...yo tengo muchas bufandas y gorros de lana...unos incluso me dan alergia, pero los uso igual...
Un abrazo, fue un gusto llevarte en mi corsel plateado, disfruté mucho tu (quizas breve) compañía,
hasta pronto
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