Y si poh, llegamos hasta donde el sujeto aquel, que empezó a preguntar:
(Recordatorio personal: disco de la semana: Oh no de Ok Go.)
Íbamos en el metro con la Tanuka y White (creo que ha sido el apodo menos piola y más burdo que haya inventado, pero bueno) desde estación Bustamante para hacer cambio a línea 1 (detalle importante es decir que en ese momento línea 5 llegaba sólo hasta Baquedano) cuando suena la voz: "Estación Baquedano lugar de combinación con línea 1", me sujeto de la puerta, la puerta se abre, el reloj se me engancha, se suelta el pasador y vemos como cae por el pequeño espacio que hay entre el tren y el anden... buuuuuuuuuuuuuu, chao reloj, ñoñis todo el rato.
Pero no! (bueno lo de ñoña no se me ha pasado aún) Tania y White me instaron a recuperarlo, recuerdo que a diferencia de mi costumbre habitual esa vez no iba a pelear por mi reloj (tal vez internamente quería ver cómo quedaba algo aplastado por el metro), pero fue así como hablamos con un señor X, no era guardia, ni boletero, ni nada, sólo sé que tenía una radio, de esas walkie talkie (o en español guoqui toqui). Le contamos todo y cual héroe de antaño, tomó su radio, dijo un par de cosas mientras nosotras esperábamos. Cachamos que el metro aguardaba en Bustamante, osea línea 5 detenida. Se cortó la electricidad, luego señor X, pero que nombraremos Mister X, nos dijo una cantidad de watts que corría por el metal de los rieles que debía impresionarnos (claramente ninguna era buena en física por lo que no sé cuán terrible es recibir un watt o 1000 watts) pero igual fue bakán ver como Mr. X saltaba desde el andén al centro de la línea, mientras decía que si no se tocan los rieles no pasa nada, toma mi relojito y me lo pasa. Luego toma su radio y da la orden de reanudar el servicio Metro.....
N.A: Ya no me gusta Taz, así que olviden eso como regalo futuro
N.A: el reloj aún lo conservo, pero ya no da ni la hora (jajajajajaja)
N.A: White era una compañera que ni merece mención y de la que ya nadie sabe nada.
N.A: a 8 años del incidente metro aumentó sus estaciones en un 32%, por lo que ya resultaría imposible volver a repetir la historia...
Dedicado: a la Tanuki, por recordar conmigo esta historia el otro día
Nada malo puede pasar en Bogarín, y el tiempo se detiene. Un lugar donde me puedo sentir como en casa... entre leches de frutilla y panes con ave- palta.
Dedicado: al Seba por mostrarme la película.
Dedicado II: por partida doble al Héctor, una por hacer una copia mía para siempre y por ser la última persona con la que fuí a Bogarín.