Mi día especial

Tal vez para nadie el cumpleaños sea tan importante como para mí. Últimamente me he dado cuenta de que si hay gente egocéntrica debería ser la presidenta, vieron? así de egocéntrica... pero tengo mis motivos para sacar a relucir especialmente en esta fecha todo mi egocentrismo (que ojo! no es lo mismo que egolatría). Tengo una concepción de los cumpleaños como los días especiales de cada quién, por eso no quiero saber de nadie que esté de cumple mi mismo día. Por qué? porque es MI día especial. Porque es el día en que me gustaría que me sirvieran el desayuno en la cama (cosa que nunca me ha sucedido), porque estaría paseando todo el día y haciendo cosas realmente placenteras, comiendo y bebiendo, por ejemplo, con personas que me hacen sentir más feliz que nunca... además de recibir todo el rato, abrazos, besos, saludos, mails, mensajes de texto, llamados, telegramas, cartas y regalos. Y más de una vez por individuo. Es decir un constante día de regalías varias, emocionales y por supuesto físicas.

Hablando de eso... he bautizado mi celebración del sábado con el nombre de el "carrete de los verdaderos" por el motivo simple de que estaban las personas que siempre han estado. Una celebración linda con piñata y dulces exactamente-que-quería. Pero por otro lado estuvo mi día 30 de enero. Mi día especial lejos de empezar como quería, se inició con la certeza de que había perdido varias horas de sueño por un dolor insoportable en el hombro y que nadie me había llamado a las 12 de la noche, algo que me encanta. En fin, Lolín pudo hacer que mi día fuera encantador, gracias a sus regalos y comida. Sin embargo, lo habían asaltado en el trabajo... por un demonio es el año del jabalí, este año debe ser bueno. En fin, también me celebraron en bomberos lo que fue una muuuuuy agradable sorpresa. Pero en mi casa... mi mamá le cayó una reja encima y me robó la atención y más encima tuve que hacerme los canapés sola. De los regalos familiares mejor ni hablar, excepto Pipe. Mi mamá insiste en darme regalos tan a la pinta de ella, que no puedo evitar recordar cuando Homero le da a Marge una bola de bolos... con el nombre de Homero... mi mamá insiste en darme cosas que no voy a ocupar, mi hermana en darme cosas útiles y así. Más encima salió el tema de la Samanta, mientras el Pipe ponía cara de pena y mis invitadas cara de circunstancia por la discusión tan pendeja.

Ahora a pesar de todo debo decir que no me gusta cumplir años, y he tratado infructuosamente de obviar ese detalle, celebrando como es debido, pero bueno, ya ni siquiera diré que la cosa se ve complicada por la fecha nada que es mi día. Sin embargo, he caido en la cuenta de una cosa... se supone, y así lo he comprobado, que las cosas malas, o negativas, pasan con el tiempo... pero si para mí cumplir años es negativo, cómo el tiempo va a curar eso? finalmente en este caso mi solución es mi problema. Cada año que pase será un año que no querré cumplir, pero el tiempo inexorablemente va a pasar. El otro día el Hectorín, me dijo: "te acuerdas cuando no querías cumplir 14?". Bueno, le contesté que sí, pero que tampoco quería cumplir 23 y lo más probable es que tampoco quiera cumplir 24. Y así hasta que seamos viejitos... te acuerdas cuándo no querías cumplir 14?. Sí, pero tampoco quiero cumplir 84...

Mi día especial ya terminó y no puedo evitar comparar mi emoción inicial de la víspera con los hechos que concretamente ocurrieron... y en verdad... como todo en la vida... hay cosas que me hacen creer y sentir y otras que prefiero olvidar...








Dedicado: a los verdaderos, mi bro y a mi Lolín. Gracias por hacer de mi cumple algo especial, por hacer que el día valga la pena y la alegría y quererme siempre!