Por fin... he llegado con mi entrega sureña... En verdad no me centraré en cómo llegó este sujeto, mister Douglas Tompkins, a nuestro país, primero porque se me quedó el folleto con todos los datos en el parque (burp!) y segundo porque no es lo más importante. Lo más importante es el lugar en sí: Pumalin. Y bueno, al loquillo se le ocurrió una buena idea al comprar el territorio en la décima región de nuestro país. O sino ya tendríamos un fenómeno parecido a Pascualama o el que se está intentando evitar ahora con las exageradas represas en Aysén. Porque Doug, como le dicen por allá, tiene bien cuidado el lugar, ama a los campistas y mochileros y, bueno acá pasando el dato, porque cada día estoy más convencida de que tenemos que recorrer todo lo que podamos, el camping es súper económico, sólo $1500 por noche, con baño, ducha, lavaderos y comedores incluidos. Eso sí, si quieren ir de "vacaciones" así como nuestra mentalidad santiaguina- pseudonorteña nos indica, la fecha a elegir TIENE que ser febrero, o sino odiarán de por vida el lugar. Por qué les digo esto? porque me pasó. Estuve tres días, con una lluvia que no cesaba, incluso cuando estábamos con nuestra carpita, dentro de nuestros saquitos, llegó a caer un granizo que hizo que no pudiera calentar mis pies en 24 horas. Sin embargo, amé el lugar. Sin masoquismos, le amé.
En todo caso, el viaje en sí es una aventura. Partiré por donde debo... por el inicio (aviso, antes de que siga leyendo: ando super fome hoy, si pongo cosas casi chistosas o se ríen o me tiran tomates). Para llegar es un chiste, divertido y aventurero, pero cuando vives allá la cosa no es nada fácil. Otra cosa es con guitarra como dicen por ahí... han visto a el comercial de Sodimac donde aparece una niña mamona que viene de Chaitén? bueno, no le creo que es de Chaitén, primero porque las niñas no son así de mamonas y segundo porque apenas hubiese pisado Santiago se hubiera empelotado porque allá hace frío todo el rato. Pero además no podía llegar con esa cara luego de entre 22 y 24 horas de viaje.
Para llegar a Chaitén hay que llegar primero a Puerto Montt (ya saben lo de mi bufanda y eso), pero luego, si usted no cuenta con avioneta, que es lo más probable, para llegar a Chaitén hay que navegar toda la noche en un "confortable" transbordador, que más encima es caro. Casi que hacen el favor de llevarte. Porque hay que decir que el recorrido de la Carretera Austral, en este trayecto es un chiste, es como tener un pantalón sin el pedazo de las rodillas, te puede quedar como bermuda pero hay una parte que no servirá de nada, así es la Carretera. Por lo mismo la gente prefiere hacer un tramo de 270 km en 12 horas, calculen a Valpo hay 114 km y uno de demora a lo más 2 horas... la cuestión para una turista aventurera da lo mismo, pero si tienes que ir a Pto Montt al hospital de "emergencia" la cosa cambia harto.
En fin, después de las mil horas sobre el mar, donde hay que resaltar que el paisaje es maravilloso, uno llega por fin a Chaitén, donde hay que esperar a cachar si alguien va al parque, ahí empieza a jugar el factor pituto y hacer ojitos, porque a nosotras finalmente nos llevaron los locos de una de las varias salmoneras que hay por el lugar. Ya en la Carretera Austral uno nota la insolencia de los bosques, porque déjenme decirles que ahí los árboles y helechos salen en todo su esplendor, con unas alturas y hojas gigantes que se las envidiarían cualquiera de los arbolitos del bandejón central de la Alameda.
Luego de 60 km embodada como estaba (pero con ganas de ir al baño irresistibles, porque claro, entre medio habían ríos y cascadas que no ayudaban a mi situación, y además estaba muerta de hambre porque no comía desde el almuerzo del día anterior) llegamos a Caleta Gonzalo. Aunque en verdad en ese momento yo sólo pensaba en el gigantoplato de tallarines nº5 que me comería, luego de ir a ver los baños de Doug. Pero, de todas maneras recuerdo que me sentí rodeada de cerros, agua y nubes y fue ahí cuando cursimente lancé un: "Qué pequeños somos!". Pero no pude detenerme mucho en mis pensamientos filosóficos porque había que armar la carpa antes de que empezara a llover. Y por fin mi vida fue como de teleserie. Pusimos la última estaca y no-paró-de-llover-más. Nunca más. Cuando ya empezaba a inquietarme mi amiga Ferni me dijo: "Jóse si no lloviera todo el año estos bosques no existirían". Y esa fue la máxima de mi estadía. "Si no llueve no hay bosque, si no llueve no hay bosque" me repetía constantemente mientras a esa altura ya caminaba con pura zapatillas y los pantalones arremangados.
Como les decía, la parte como de "balneareo" es Caleta Gonzalo, donde hay un café, un centro de informaciones y cabañas (que a diferencia del camping cuesta un ojo de la cara). Pumalín en sí tienes hartas "estaciones", pequeños lugares que tienen nombre y una casa. El primero llegando por el sur, es decir por Chaitén, es Casa Palafito, luego vienen otros como Río Blanco, Río Negro, Leptepu, Vodudague, Pillán, Reñihué, Cahuelmó y un largo etcétera. De estos no todos son visitables. Como les digo Caleta es accesibles para todos. Los que no, no es de mala onda, es que no tienen acceso terrestre, pero si tu vas en tu avioneta particular o tu lancha particular no hay problema!!! Igual yo tuve la oportunidad de ver lugares como Reñihué, donde tiene su Casa Doug y su esposa y Pillán, donde hacen la miel y mermeladas del Parque. Todo esto porque mi amiga conocía al lanchero, que justo estaba ahí y que justo nos llevó.
Por la carretera y cercano a las "estaciones" hay senderos señalizados por donde uno puede subir los cerros y sentirte como dentro de la selva de Lost, pero sin calor, sin osos polares y sin "the others". La abundante variedad de aves te dará la bienvenida, en verdad no, porque gritan porque se sienten amenazados, pero filo, uno puede sentirse como Blancanieves de tanto pajarito que canta. Y en verdad me quedé muda de tanto verde que veía, sí muda, de la pura impresión, creo que mis humildes fotos no podrán reflejar toda la belleza de lo que ví. Pero por eso tienen que ir... otro tema aparte de los pajarillos, son los mamíferos, yo lo único que quería era ver un Pudú y un puma, ni lo uno ni lo otro pude ver. Aunque sí los hay, pero salen de noche, y yo de noche no salgo porque me da miedo, igual caminando por los senderos vimos huellas de puma y supimos que andaban hartos güiñas por el sector, güiñas felinos no de los otros, aunque justo cuando llegamos se supo que 2 reos se habían escapado de la cárcel de Coyhaique, que se habían ido o a Argentina o al parque, así que igual andaba un poco psicopateada... Pero vi foquitas. Que igual sirven.
Para devolvernos lo hicimos, con pituto de nuevo, por lancha hasta Hornopirén y de ahí tomar un bus a Puerto Montt... el camino es por la Carretera Austral (que se me había olvidado decir que no es la maravilla constructiva, es simplemente un camino con ripio, tatán y para más con una doble vía que parece de una, doble tatán) y fue ahí cuando ví algo que me maravilló, que me hizo sentir feliz, algo así como un rompimiento de gloria (rompimiento de gloria es en los cuadros de la colonia por donde bajaba Jesús o Dios) y fue UN RAYO DE SOL!!! fue ahí cuando me dije: "Sí, bakán Pumalín, pero necesito hacer fotosíntesis!!!" y el resto del viaje es menos original, así que hasta aquí no más quedo.
Bueno, la verdad es que mi única recomendación final es que tienen que juntar plata e ir. Se consiguen su equipo outdoor y listo. Su buena carpa, su buen saco, su buena chaqueta, su buen guatero, su buena cocinilla, su buena linterna, su buena mochila, su buenas botas, su buen etc, etc, etc............
Dedicado a mi amiga Ferni que tuvo la constancia y paciencia de mostrarme el lugar más lindo de Chile
N.A: las fotos: montañas en Caleta Gonzalo y desembocadura al mar, Chaitén, Río Gonzalo, puente acceso al camping Caleta Gonzalo, enredadera con bayas, Río Gonzalo, Lolín (el peluche, no el de verdad) a la salida de Caleta en la lancha
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
5 comments:
¡Uuuuta el lugar pa lindo!
¡Quiero ir por supuesto! Para sacar fotos como loca, una pena que las fotos no recreen sonidos y aromas ¿Cómo eran? ¿a qué huele Pumalin? mm a humedad me imagino...Tengo ganas de pegarme un viajecito para mis vacaciones... pense en el caribe, pero pa que gastar tanta plata, si tenemos Pumalin aquí mesmo...buenísima idea , muchas gracias por compartir el viaje...
Oye, complicao repetir el nombre de las estaciones de Pumalin, intenté leerlas rápido y no pude...
Buen relato, bien viaje, buenas fotos...
Buenas tardes...(que tonta que soy)
Cuidate, hasta pronto
jejeje despues de ese comentario sobre no andar un poco fome, pense altiro en agarrar unos tomates digitales pa tirarte o algo por el estilo, pero al final está wena la historia, que ganas de ir al sur, al parque la naturaleza, el verde el rio, mmhhh el agua helada del rio, huuy la lluvia, ufff el frio que se mete en los huesos aaaa que dolor a la cresta mejor anda tu y saca mas fotos y manda fruta.
saludos.
ke lindo el lugar, increible, aunke debo confesar ke soy mas de playas, asi cmo la berni, unas vacas al caribe no seria malo, aunke cn brasil me conformo... salu2 bye
qué hermoso debe ser.. yo que estaba impactada por esos helechos gigantes que se ven en petrohue y estaba bastantes kms más al norte la muy charcha de mi jaja.... me gustaría vivir algo así como tu experiencia, aunque debo decir que soy demasiado mamona y burguesa como para soportarlo.. respecto al gringo la dura menos mal q existe y q ha mantenido relativamente protegida una parte de nuestro schile.. en fin.. con eso de la carretera le hicieron la media tapa, ojalá no dejen tan la cagada.. igual hay q verle el lado positivo porque la dura no podis tener un hospital como a un día de distancia.. eso.. cuídate!
Post a Comment