O ahora sí les toca estudiar o Vamos que se puede! u otros montones de títulos que puede tener el siguiente tema. La cosa que es que la cosa más díficil de toda la carrera es el final. Por qué? bueno, la práctica me ha enseñado que el haber aplicado durante todos estos años la ley del mínimo esfuerzo es inversamente proporcional al tiempo y esmero que uno tendrá que aplicarle a los obtáculos del final.
Mi vida universitaria se desarrolló de manera muuuuuuy relajada, sin embargo el estar en el lugar indicado, con los ramos adecuados y el ánimo adecuado, me permitió tener notas un poco más que decentes. Insisto que el punto fundamental es que yo ya me casé... con mi carrera. Y enamorada y todo, la relación diaria hace que uno le ponga harto más empeño a las asignaturas que gustan más, de hecho en esas era hasta un poco ñoña y me leía textos extras y trataba de resolver el mundo de las imágenes y al semiótica antes de dormir. Pero en las otras, las que requerían de mi parte científica, guateaba en mala y lloraba y me enojaba y etc. Por lo tanto la cosa mantenía un equilibrio.
Hasta ahora mis padres medianamente orgullosos de mi y semi felices, como la mayoría de los padres, hubiesen sido más orgullosos y más felices, si mi vocación fuera más "tradicional", no tenían nada que reclamarme... pero luego pasó algo que mi papá me saca hasta por el transantiago (si hubieses terminado no tendrías que subirte a esas micros, llegó a decirme el otro día). Incluso la otra vez recibimos reto compartido con la Ferni gracias a su también conservador padre...
El año pasado fue el primer traspié grande y doloroso al ego (ego que existe en mi parte académico- profesional). Me rechazaron la tesis. En verdad el proyecto de tesis. Nuestro revolucionario y visionario tema en la historiografía del arte, no fue entendido y ahí quedamos. En verdad no nos supimos explicar. En verdad no entendieron. En verdad no tengo idea qué pasó, le puedo echar la culpa a la profe guía, a nosotras, a las fases lunares, pero la cosa es que tengo que hacer el proceso de nuevo...
Qué va a implicar esto? que como ya estoy chata del tema mis utopías por el momento están descansando en el cajón imaginario de mi cerebro que dice "cosas pendientes", junto con mil libros que no me he leído, cosas que no he hecho y lugares que no he visitado. En fin, mi estudio que prometía tanto, ha quedado reducida a la más mínima expresión de un catálogo razonado... y por otro lado, se acabó el trabajo freelance y voy de nuevo a clases. Es extraño volver a la U, con compañeritos y todo, luego de haber pasado un año sin tener casi relación alguna con el submundo de Seklandia (ver entrega anterior). Debo confesar que estoy nerviosa. Casi tanto como cuando entré a tercero básico, que ha sido una de las veces que me ha quedado en la memoria por el nerviosismo de la noche anterior. Y creo que la noche del otro domingo también estaré ansiosa. Por todo lo que significa. Esta vez sí, esta vez sí vamos a terminar y podré decir: "soy historiadora del arte".
Dedicado: corro el riesgo de que la dedicatoria sea más larga que el tema. Filo. A las que ya pasaron por el proceso, mis amiguitas Carola y Tanuki, que me demuestran que sí se puede. A la Jo! y la Caty (las reinas de la ley del mínimo esfuerzo), que si bien para ellas la tesis es casi un trámite, el examen de grado es la verdadera prueba de fuego. Al Seba que está esperando los resultados de la corrección. A Lolín, Hectorín y Hernaldo Gozador Andrés que recién están empezando con el proceso. Y por último... a mi compañera fiel de trabajo y lecturas Ferni del bosque.
Subdedicado: a los que recibirán todo mi apoyo (moral y metodológico) cuando les toque!!!
N.A: la primera foto soy yo recibiendo mi título. Y la última es símbólicamente cada uno de los mencionados...