Friday, February 09, 2007

Cuestión de fe



Nací en una familia católica. Soy católica aún. Tuve formación católica laica como decía mi profe de básica, aunque recién entendí qué quería decir eso cuando era una niña grande que ya no tenía ganas de ser laica. Mi bautizo fue algo que me debió haber dicho que mi relación con la Iglesia iba ser a la carrera, fue en mayo del '84 y fue casi como "hay que bautizar a la niña", "ya poh, mañana". Por eso cero glamour, como que se les había olvidado un poco la cosa y salen todos con cara de nada y vestidos con prácticos ponchos en las fotos... otra cosa fue la elección de mis padrinos, que lejos de ser como Cosmo y Wanda (tengo una adicción con los Padrinos Mágicos), son muy nada, no los veo nunca, no me llaman ni para mi cumpleaños y lejos serían las primeras personas que hubiese acudido si me quedaba huérfana.


En verdad, cuando chica me gustaba rezar... me gustaba rezarle al ángel de la guarda, era al que sentía más cercano, Dios estaba muy ocupado, la Virgen era muy femenina y Jésus lo veía como muy lolo, los veía lejanos y sufrientes. En cambio, mi angel, era; primero, mío. Segundo, vivía conmigo. Y tercero, yo sentía que cada noche se me sentaba a los pies de la cama.


Mi mamá me puso en un colegio de monjas, donde se practicaba el proselitismo de una manera abierta. Un día en 4º básico llega una monja y nos dice al grupo curso, después de tooodo un discurso: "la que quiera ser monja cuando grande que se ponga al final de la sala". Como ya nos había dicho que la mejor opción de vida era ser esposa de Cristo, todas nos fuimos al muro de atrás. Excepto Carolina Oñate (la hija del Pato Oñate) que dijo que quería un esposo de verdad. Y otra niña más, que yo odiaba porque me peleaba el primer lugar del curso. Teníamos que ir el segundo recreo de los días miércoles a la capilla a rezar. Y lo mejor era que teníamos como identificación una cinta rosada con una medallita de la virgen colgada el cuello. Lo que más me gustaba de ser santa era mi cinta rosada. Luego hice la primera comunión, que era súper entrete, y la hostia sabia a barquillo de helado. Rico. Pero en verdad seguía siendo católica más por la parafernalia externa que por convicción.


La revelación vino cuando entré al Carmela. HABÍAN NIÑAS QUE NO ESTABAN BAUTIZADAS!!!, peor aún... NIÑAS QUE NO ERAN CATÓLICAS... peor aún NIÑAS QUE NO CREÍAN EN DIOS!!!. Para mí fue el acabose. Fue ahí cuando me dí cuenta que me gustaba el asunto de la fe. Tanto que incluso en un momento pensé en estudiar teología. Me gustaba hablar con mis compañeritas adventistas, mormonas, ateas. Y esto no hacía en ningún momento que dudara de mi supuesta fe. Pero luego a los 13 años no sentía a Dios. No sé qué me pasó, pero era algo objetivo, simplemente no sentía que hubiera algo externo. No sé cómo después de un tiempo, eso cambió, de nuevo, no sólo creía en Dios, me sentía refugiada y consolada. Hasta una vez me involucré con una comunidad "cristiana", tenía una guía y todo, una niña que me iba a mostrar la "palabra". En verdad en eso caí de puro monguis... ya estaba preparándome para la confirmación, pero caí ahí. Logré zafarme, pero igual heredé el gusto por leer la Biblia. Después en confirmación empezamos a "misionar", una especie de puerta a puerta político, pero nosotros llevábamos a Jesús, en el año del jubileo..... estaba en esa cuando de repente le pregunto a mi monitor: "Oye, pa confirmarme tengo que creer en todo lo que dice el Credo?". "Sí". Y ahí todo se derrumbó... dije: "Oh, demonios, pero es que yo no creo en la Iglesia Católica". Sin embargo, pensé que eran los nervios antes de la confirmación, casi una especie de prueba divina. Y la hice igual. Pero nunca superé la "prueba". Fue la última vez que me confesé, que comulgué y que fui a misa por voluntad propia.
En verdad de mis andanzas de pequeña misionera me quedan sólo las ganas de ser santa, pero como a pesar de todo mi empeño, no lo logro, y todo me dicen: "que eres chanta!!!". Por lo que decidí ser una Shanta para Chile, una shanta para el bicentenario..... mis carretes no me lo permiten y trato de hacer un camino libre de excesos de alcohol de aquí al 2010, lo llevo intentando como 9 meses y he caido 2 veces... pero nadie dijo que ser santa era fácil. En fin...
Ahora creo que mi antiguo ángel, está cuidando a un niñito pequeño, tal vez menos llorón y miedoso que yo. Leí una vez, en un cuento, que los ángelitos cuidan sólo a niños pequeños. No le pido nada ni a la Virgen, ni a Jesús, ni a Dios y pienso que en verdad están sentados en algún lado... Ahora prefiero mil veces a las personas reales que se preocupan por mí, que en verdad secan mis lágrimas, comparten mis risas y puedo agradecer con besos y abrazos...



Dedicado: a la Caty, por ayudarme en el cuestionamiento de mi fe con largas conversaciones escolares, sin estar de acuerdo y, apesar de todo, acompañarme siempre.






N. de A.: las imágenes son: representación de Cristo de la época medieval (románico) es muy chori, porque sale bendiciendo y tiene los cachetitos rosados. La otra es de una Virgen gótica, muy cool, toda mina y con ángeles rojos y azules... me encanta esa imagen, es muy rara para la época, y más de algún conservador actual no creería que tiene 500 años. Y la última son los brazos de Bernini para la basílica de San Pedro, otra muestra de proselitismo de la Igelsia, que quiere "abrazar" a los fieles. En todo caso me encanta Bernini también.